La primera precaución que debemos tener cuando vamos a iniciar terapia con warfarina es la de realizar una adecuada selección del paciente, es decir solo debe administrarse cuando el paciente o un familiar cercano se RESPONSABILICE para seguir un adecuado control: además debe existir un laboratorio con la capacidad de realizar estos controles y se debe disponer de los antídotos necesarios para el tratamiento de sus complicaciones, por todo esto es indispensable tener en cuenta el sitio de residencia de paciente, su ocupación y nivel socio-cultural antes de iniciar este medicamento.
El sangrado es la principal complicación y depende fundamentalmente de la intensidad de la anticoagulación, y de la presencia de uno o más de los factores que aumentan la repuesta a la warfarina. Dentro del grupo de pacientes con mayor riesgo para sangrar están: Los mayores de 65 años, aquellos con antecedentes de ACV antiguo o reciente, con anemia con insuficiencia renal aguda con antecedentes de sangrado digestivo.
Se contraindica su utilización durante el embarazo y la lactancia.
Conservar a temperatura inferior a 30C.
Warfarina Sódica.