La agranulocitosis puede ser un efecto colateral grave. Se debe indicar a los pacientes que reporten cualquier síntoma de agranulocitosis, como fiebre o dolor de garganta. El medicamento se debe suspender en presencia de agranulocitosis, anemia aplásica (pancitopenia), hepatitis o dermatitis exfoliativa. Se debe vigilar la función de la médula ósea del paciente.
El tiamazol está contraindicado cuando existe hipersensibilidad al medicamento y en madres durante la lactancia, puesto que el medicamento se excreta en la leche.
Los efectos adversos del tiamazol son más frecuentes en los 2 primeros meses de tratamiento. Los más frecuentes y de menor importancia son erupción cutánea, urticaria, náuseas, vómito, malestar epigástrico, artralgias, parestesias, pérdida del sentido del gusto, alopecia, mialgias, cefalea, prurito, somnolencia, neuritis, edema, vértigo, pigmentación cutánea, ictericia, sialoadenopatía y linfadenopatía. Reacciones de mayor importancia, ventajosamente raras, incluyen inhibición de mielopoyesis (agranulocitosis, granulocitopenia y trombocitopenia), anemia aplásica, fiebre medicamentosa, síndrome semejante al lupus eritematoso, síndrome autoinmune de insulina (el cual puede resultar en coma hipoglucémico), hepatitis (la ictericia puede persistir durante varias semanas después de haber dejado de administrar el medicamento), periarteritis e hipoprotrombinemia.
Consérvese a temperatura no mayor a 30 °C.
Tiamazol.