Contraindicada en casos de hipersensibilidad a la risperidona, durante el embarazo y la lactancia. Considerar la proporción de riesgo-beneficio en casos de tumor cerebral, carcinoma mamario, disfunción hepática o renal, enfermedad cardiovascular o cerebrovascular, antecedentes de convulsiones, enfermedad de Parkinson. La dosis deberá ajustarse con cuidado en pacientes debilitados, ancianos o hipotensos, ya que son más susceptibles a sus efectos adversos. Interactúa con numerosos depresores y estimulantes del sistema nervioso central. Aumenta el efecto de los antihipertensivos. Antagoniza los efectos de levodopa, dopamina y bromocriptina.
Frecuentes: náusea, sequedad de boca, dispepsia, estreñimiento, diarrea, cefalea, insomnio, agitación, cambios en el estado de ánimo, dificultad para concentrarse, somnolencia, aumento en la duración del sueño, incremento de peso, visión borrosa, disfunción sexual o disminución de la libido, acatisia, efectos extrapiramidales, prurito, erupción cutánea. Poco frecuentes: dolor abdominal, aumento de la pigmentación de la piel, pérdida de peso, artralgias, hipotensión ortostática, taquicardia, dificultad respiratoria, galactorrea, amenorrea, seborrea. Raras: manía o hipomanía, síndrome neuroléptico maligno, polidipsia, priapismo, convulsiones, discinesia tardía, púrpura trombocitopénica.
Conservar a temperatura no mayor a 30°C. Mantener fuera del alcance de los niños.
Risperidona.