No debe emplearse Plenacor en pacientes con insuficiencia cardíaca no tratada, pero puede utilizarse con precaución cuando ésta ha sido controlada. Al igual que ocurre con otros ß-bloqueantes, no debe suspenderse bruscamente en pacientes con enfermedad isquémica cardíaca. En el caso de que se presente una bradicardia excesiva, deberá reducirse la dosis y si fuese necesario, suspenderse.
Efectos secundarios: Los más frecuentes son: Frialdad de extremidades, fatiga muscular y en casos aislados, bradicardia. Raramente se han presentado trastornos del sueño, semejantes a los que se observan con el uso de ß-bloqueantes.
Atenolol.