Saque el termómetro del estuche. Inserte la punta del termómetro en el cobertor nuevo, plástico y desechable, si hay uno disponible. Si no tiene un cobertor, limpie el extremo puntiagudo con agua y jabón o con alcohol de fricciones. Enjuáguelo con agua fría. Con su boca abierta, coloque la punta cubierta debajo de su lengua. Cierre suavemente sus labios alrededor del termómetro. Mantenga el termómetro bajo su lengua hasta que el termómetro digital suene. Retire el termómetro cuando los números salgan en la ventana.
Mantenga el producto fuera del alcance de los niños. No exponerlo a la luz solar. Conservar un un lugar seco y fresco