Alergia o intolerancia a las pirazolonas y a la aspirina. No administrar en pacientes que sufran alteraciones previas del sistema hematopoyético. Déficit de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (riesgo de hemólisis) o Porfirias hepáticas (riesgo de exacerbación). Discrasia sanguínea. Supresión de la médula ósea. La utilización de Metamizol está contraindicado en los tres primeros meses y las seis últimas semanas del embarazo. No utilizar en el período de lactancia ya que se distribuye en la leche materna. Hipersensibilidad al fármaco y a otros AINEs, Ulcera Péptica y discrasias sanguíneas.
Al ser un derivado pirazolónico, las reacciones más comunes son las de hipersensibilidad, que pueden llegar a producir trastornos hemáticos por mecanismos inmunes, siendo de mayor significación la agranulocitosis. Pueden aparecer bruscamente, con fiebre, angina y ulceraciones bucales; en estos casos debe suspenderse de inmediato el medicamento y realizarse un control hematológico. Otra reacción esencial de hipersensibilidad es el shock, manifestándose con prurito, sudor frío, obnubilación, náuseas, decoloración de la piel y disnea. Además, pueden aparecer reacciones de hipersensibilidad cutánea, en las mucosas oculares y en la región nasofaríngea. El Metamizol puede agravar la tendencia de sangrado o deficiencia de protrombina.
Conservar a temperatura no mayor a 30 °C.
Metamizol.