Debe utilizarse con precaución en pacientes con epilepsia o con antecedentes de trastornos del SNC. Hay que administrar con precaución a pacientes con alteración hepática o lesión renal, miastenia grave. Debe asegurarse una adecuada ingesta de líquidos durante el tratamiento y evitar excesiva alcalinidad de la orina a causa del riesgo de cristaluria.
En pacientes con hipersensibilidad conocida a la Levofloxacina o algunos de sus excipientes y otros derivados de las quinolonas, al déficit de la glucosa – 6 – fosfato deshidrogenasa. En pacientes con bradicardia, diabetes millitus, hipokalemia o problemas con la función renal. Puede causar cambios degenerativos en las articulaciones que soportan peso en animales jóvenes, se recomienda no utilizarlo en niños, adolescentes, mujeres embarazadas o madres lactantes. En pacientes con antecedentes de trastornos tendinosos, relacionados con la administración de fluoroquinolonas.
En general los efectos adversos de la Levofloxacina se refieren al aparato gastrointestinal, al SNC y la piel. Los más frecuentes son las molestias gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarrea severa a veces con presencia de sangre, calambres y dolor abdominal, dispepsia. Colitis pseudomembranosa. Entre los efectos más comunes sobre el SNC figuran cefaleas, vértigo y agitación. Otros incluyen temblor, cansancio, insomnio, pesadillas y trastornos visuales, así como otras alteraciones sensoriales y más raramente, alucinaciones, reacciones psicóticas, depresión y convulsiones.
Temperatura no mayor a 30°C.
Levofloxacina.