La mayor parte de las infecciones responden a una dosis de 250 mg cada 12 horas. En casos de infecciones graves emplear dosis de hasta 250 mg cada 12 horas, al ceder el cuadro el cuadro infeccioso administrar dosis normal. Evaluar de forma independiente a cada paciente.
No debe ser utilizada en pacientes con hipersensibilidad a las quinolonas. Todas las quinolonas incluyendo la ciprofloxacina deben de ser usadas en pacientes con precaución en pacientes con enfermedades del sistema nervioso central o enfermedades cerebrovasculares, ya que son un factor de riesgo para el desarrollo de convulsiones, rebajando el umbral de aparición de estas. La ciprofloxacina es excretada en su mayoría por vía renal y debe de ser utilizada con precaución en pacientes con insuficiencia renal. Es preferible evitar el uso de la ciprofloxaxina en embarazo y lactancia.
Se han comunicado efectos gastrointestinales hasta en el 10% de los pacientes tratados con ciprofloxacina. Estos consisten en naúseas y vómitos, diarrea y dolor abdominal siendo más frecuentes en la tercera edad y con las dosis más elevadas. Las reacciones de hipersensibilidad incluyen rash maculo papular, fiebre, eosinofilia y nefritis intersticial.
Producto de uso delicado que debe de administrase bajo estricta vigilancia médica. No se administre durante el embarazo o cuando se sospeche su existencia, ni durante el período de lactancia, a menos que, a criterio médico, el balance riesgo/beneficio sea favorable.
Temperatura no mayor a 30°C en un lugar fresco y seco. Proteger de la luz y humedad.
Ciprofloxicina.