El uso de azitromicina está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a azitromicina, eritromicina, cualquier antibiótico macrólido o cetólido, o a cualquiera de los excipientes. Embarazo: no hay datos adecuados sobre el uso de azitromicina en mujeres embarazadas. La seguridad de la azitromicina no se ha confirmado con respecto al uso de la sustancia activa durante el embarazo. Por lo tanto, la azitromicina solo debe utilizarse durante el embarazo si el beneficio supera el riesgo. Lactancia: se ha informado que la azitromicina se secreta en la leche materna humana, pero no hay estudios clínicos adecuados y bien controlados en mujeres lactantes que hayan caracterizado la farmacocinética de la excreción de azitromicina en la leche materna humana.
Puede causar reacciones adversas aunque no todos los pacientes las sufren. Las reacciones más comunes incluyen: diarrea, vómito, dolor abdominal, náusea, mareo, dolor de cabeza, flatulencia y heces sueltas.
Al igual que con la eritromicina y otros macrólidos, se han reportado raras reacciones alérgicas graves incluyendo edema angioneurótico y anafilaxia (rara vez mortal).
Consérvese a temperatura no mayor a 30 °C. Una vez reconstituida la suspensión puede utilizarse durante 5 días a temperatura no mayor a 30°C. Transcurridos los 5 días, deseche las cantidades no utilizadas. Todo medicamento debe mantenerse fuera del alcance de los niños.
Azitromicina.