Hipersensibilidad a quinolonas, embarazo y lactancia, niños y adolescentes, pacientes con antecedentes de patologías tendinosas, pacientes con función hepática alterada o en hemodiálisis debido a la carencia de estudios clínicos.
Las más frecuentes son náuseas/vómitos (8.7%), diarrea (5,4%), cefalea (5.4%), y constipación (3,1%), otros efectos adversos observados en menos del 3% de los pacientes han sido insomnio (2,9%), mareos (2,5%), dolor abdominal (2%), dispepsia (2%), rash maculopapular (1,7%), vaginitis (1,8%), flatulencia (1,6%) y dolor abdominal (1,4%). Las quinolonas pueden aumentar la presión intracraneal y estimular el sistema nervioso central ocasionando temblores, ansiedad, confusión, alucinaciones, paranoia, depresión, pesadillas, insomnio y a veces (menos de 0,3%) convulsiones, reacciones adversas graves y a veces fatales han sido descritas en casos de hipersensibilidad en pacientes tratados con quinolonas (por ejemplo, síndrome Steven Johnson, necrólisis epidérmica tóxica). Se han descrito casos de ruptura de tendones en pacientes tratados con quinolonas (tendón de Aquiles, tendones de las manos y articulaciones del hombro que han sido unilaterales o bilaterales).
Conservar a temperatura no mayor a 30 °C.
Levofloxacina.